Cuando pensamos en la seguridad de nuestros hogares o locales comerciales, uno de los elementos clave que debemos considerar son las cerraduras; dispositivos que juegan un papel crucial en la protección de nuestras propiedades.
Sin embargo, no todas las cerraduras son iguales. Existen distintos tipos, cada uno diseñado para responder a necesidades específicas y niveles de seguridad de mayor o menor grado. En este artículo, hablaremos sobre los tipos más comunes de cerraduras y cómo elegir la más adecuada para cada situación.
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Sin lugar a duda, cuando hablamos de cerraduras de seguridad estamos hablando de aquellas que ofrecen el mayor grado de protección en tu puerta exterior. No nos referimos a un tipo de cerradura concreto, sino a un conjunto de cerraduras de seguridad determinadas, como pueden ser las cerraduras de embutir o las cerraduras multipunto.
Como es obvio, cuanta mayor resistencia tenga frente a intrusiones, más segura será. Por eso, es conveniente disponer de cerraduras de seguridad que cuentan con características antibumping, antitaladro y antipalanca. Un todo en uno.
La posibilidad de añadir un cerrojo de seguridad complementario a la cerradura aumenta todavía más la protección de estas, pues se necesitan dos llaves para accionar de la forma correcta todo el mecanismo de apertura de la puerta.
Cerraduras multipunto
Podemos considerar a las cerraduras multipunto uno de los tipos de cerraduras más seguras del mercado, pudiendo elegir entre una diversidad de marcas y de diseños.
Las cerraduras multipunto son muy utilizadas en puertas blindadas y acorazadas. Cuentan con un gran sistema de seguridad que asegura la puerta en varios puntos. ¿Qué quiere decir esto? Cuando insertas la llave en la cerradura y la giras, bloqueas la puerta en diferentes partes, que pueden ser de 3 a 5 puntos, proporcionando mayor resistencia a los intentos de intrusión, así como mejorando su ajuste a la puerta.
¿Quién no quiere sentirse protegido frente a robos o allanamientos? Todo el mundo. Por ello, las cerraduras multipunto son una excelente opción para instalar en la puerta de entrada de tu vivienda.
Cerraduras embutidas o empotradas
Otro de los tipos de cerraduras para puertas exteriores más utilizados son las cerraduras de embutir o cerraduras embutidas. También llamadas cerraduras invisibles al no ver nada más que el agujero por el que insertar tu llave.
Para que nos entendamos, lo más probable es que cuentes con esta cerradura en la puerta de tu propiedad y, si no, compruébalo por ti mismo. Si tu cerradura está insertada dentro de la puerta, efectivamente dispones de una cerradura embutida.
Dado su nivel de seguridad elevado, suele tener un precio más alto que otros tipos de cerraduras para puertas de madera o metal, pero, como te decimos siempre, más vale prevenir que lamentar. No obstante, dado que hablamos de la principal barrera frente a intrusos, puedes optar por añadir algún elemento complementario para reforzar su nivel de protección y contar con mayor tranquilidad.
Cerraduras tubulares o de pomo
Las cerraduras tubulares o de pomo cuentan con un sistema sencillo, pero seguro. Se trata de uno de los tipos de cerraduras para puertas interiores más comunes, como puede ser en patios, baños, dormitorios, etcétera.
Su sistema de funcionamiento radica en el pomo de la puerta. Para bloquearla, tan solo tienes que girar el pomo o presionar un botón, también llamado “perilla”.
Cerraduras de sobreponer
Lo primero que debes saber de la cerradura de sobreponer es que conviene complementarla con otro tipo de cerradura que aumente su seguridad, pues estas por sí solas son un tanto vulnerables a determinados métodos de intrusión como el “método de la palanca”. O sea, que son fáciles de forzar con una palanca hasta romper el marco de tu puerta y así poder entrar en tu propiedad.
No solo tienes la opción de añadir una cerradura complementaria, sino que también puedes valorar la idea de incluir pestillos de seguridad o cerrojos para lograr esa capa extra de protección óptima.
Cerraduras de borjas, gorjas o pompas
La cerradura de borjas, gorjas o pompas está en desuso, pero consideramos importante hablar de ella porque todavía se sigue viendo alguna en aquellos lugares en los que se prefiere contar con una cerradura de puerta más “convencional”.
Uno de los principales motivos por los que se ha dejado de utilizar esta cerradura es por el gran tamaño de su llave, (muy larga y que acaba en forma de sierra) además de que también hay que decir que la cerradura de borjas o gorjas no es las más segura del mercado, ni mucho menos.
Cerraduras inteligentes
Las cerraduras digitales o electrónicas todavía no son muy utilizadas en viviendas, sino que es más común encontrarlas en habitaciones de hoteles o garajes. Lo más probable es que acaben siendo una opción más al buscar la protección de nuestras puertas de entrada por la constante evolución de la tecnología.
Por lo general, el sistema de seguridad de las cerraduras digitales es el de una tarjeta, huella dactilar, códigos digitales o, incluso, a través de tu móvil.
Conocer los diferentes tipos de cerraduras es fundamental para tomar decisiones acertadas sobre la seguridad y funcionalidad de puertas, ya sea en un entorno residencial, comercial o institucional. Desde las cerraduras de seguridad, que ofrecen una alta seguridad y son ideales para puertas de entrada, hasta las cerraduras de pomo, más adecuadas para interiores, cada tipo de cerradura tiene un fin específico, cumpliendo con distintos requisitos.